El coleccionista de sonidos

Es la segunda novela de la trilogía acerca del amor y la música.

En este caso, el protagonista es el amor carnal, el amor sexual y, en el ámbito lírico, la ópera de Wagner Tristán e Isolda. Es un libro donde hay una deliberada exageración del estilo. Fue la época. Una era donde se pintaba un cuadro de alguien que iba a suicidarse por amor, o desamor, donde todo era arrebatador y trágico.

Así es la novela: trágica, arrebatadora, barroca, excesiva. Es, como en el caso de Palabras bajo el Mar, una historia fantástica, pero basada a la vez en unos hechos reales que rodearon el estreno de la ópera: el tenor que hizo de Tristán falleció misteriosamente y su esposa que, paradójicamente, interpretaba a Isolda, enloqueció tras la muerte de su marido y se puso en manos de brujería negra.

El Coleccionista de sonidos, inspirado en El Perfume, de Patrick Süskind, es la historia fantástica de lo que sucedió a dicho tenor: Ludwig Von Karolsfeld. Para su escritura viajé incluso a Alemania, a Baviera, y recorrí los lugares donde transita la historia. Incluso encontré a las afueras de Munich, curiosamente, una escuela abandonada muy parecida a la fantasmagórica escuela de niños cantores que tenía pensado inventar.